Normativa sobre las bombonas de butano y propano.

El butano y el propano forman parte de la categoría de gases licuados del petróleo (GLP). Estos combustibles se definen como incoloros, inodoros y no se consideran tóxicos. Como su uso irresponsable puede ocasionar graves accidentes, las autoridades sanitarias han creado una normativa que regula su uso y establece una serie de preceptos que garantizan la seguridad para prevenir los posibles daños que podría ocasionar.

En este sentido, el usuario debe saber que ambos gases se venden en bombonas de butano y bombonas de propano, de tal manera que su capacidad por unidad se encuentra limitada y su precio, en consecuencia, regulado por el Gobierno que, cada cierto periodo de tiempo, se cambia en función de las necesidades del mercado. Su uso en la sociedad española se encuentra meramente extendido, puesto que se adaptan a cualquier tipo de hogar.

Dadas sus características, que afectan a su manipulación, el transporte del butano y el propano se realiza en grandes volúmenes. Se debe tener mucha precaución durante su manipulación. Es por esto que la gran parte de los consumidores contactan con la empresa comercializadora de energía en cuestión para que se realice un reparto de bombonas a domicilio cada cierto periodo de tiempo. De esta manera, un profesional consciente se encarga de hacer llegar el gas al hogar sin necesidad de correr riesgos.

Requisitos de seguridad para el transporte de bombonas

Un profesional experto en la materia resulta ser el encargado de realizar el proceso de instalación del gas en la vivienda. Dicho técnico emplea materiales y técnicas  de seguridad para evitar riesgos durante la operación: máscaras, guantes o gafas protectoras, entre otras. No obstante, el recambio de envases corre a cargo del consumidor que, como ya se ha apuntado antes, no le corresponde la tarea del transporte si así lo desea.

En el caso de que, por cualquier motivo, se deba transportar una bombona con nuestro propio vehículo, los envases deben tumbarse durante el viaje en sentido longitudinal, con las válvulas orientadas al centro del vehículo y con las ventanas abiertas para oxigenar el interior y no se concentre el aire del gas. Si se requiere, para una mayor estabilidad, se pueden adquirir sistemas de retención específicos que garanticen su inmovilidad en el automóvil.

La normativa ante la instalación de un sistema de gas propano o butano en la vivienda

Una instalación de gas butano o propano en el hogar llama a las puertas de la calidad para seguir todos los reglamentos vigentes. Por esta razón, se recomienda que siempre que se realice un recambio de bombona, esté vacía o llena, se mueva de manera vertical y nunca en horizontal. Y, por supuesto, no puede volcarse ni caer. Los recipientes deben manipularse de manera consciente y atendiendo a las informaciones que se conocen.

La normativa indica que para las bombonas de propano, se emplee ropa de protección que evite el contacto respiratorio con el producto, ya que se debe  evitar la inhalación del gas. En este sentido, en el caso de que su ropa se haya puesto en contacto directo con el gas durante el proceso de manipulación, se recomienda que el usuario se quite la ropa y la ponga en remojo para evitar irritación en la piel o inflamaciones. Se debe mantener alejado de la piel.

El marco legal también especifica que se mantenga lo más lejos posible de cualquier fuente de ignición, esto es, en contacto con productos que pueden hacer que combustione. Por supuesto, una de estas acciones que lo pueden provocar es el humo o las colillas del tabaco. En consecuencia, hay que evitar fumar en zonas cercanas a las bombonas.

Como medida de prevención, dentro de una misma vivienda no pueden existir dos envases conectados al mismo tiempo. En el momento en que se acaba una bombona, se coloca otra.

Autor: Francisco Villar

Abogado

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