Son tres las vías posibles para liberarse del nombramiento como Presidente de una Comunidad de Propietarios:
- Vía amistosa: Exponer clara y amablemente a los vecinos reunidos en Junta General los motivos por los cuales no se desea, o no se puede, ser presidente. En algunas Comunidades siempre hay personas interesadas o con vocación de asumir el cargo que se pretende dejar vacante. Si esta opción falla y nadie quiere hacerse cargo, habrá que acudir a las otras dos opciones más abajo detalladas, si bien hasta que se resuelva el asunto se estará obligado al ejercicio de la presidencia. ).
- Vía contenciosa: si la vía amistosa no fructifica, habrá que al juzgado y solicitar la liberación del cargo argumentando motivos de peso, tales como razones de edad, enfermedad, discapacidad, distancia (por no residir habitualmente en la vivienda del edificio en cuestión).
- Vía obstruccionista: si bien no la recomiendo por ilegal e inmoral, además de por las posibles consecuencias que puede acarrear tal postura, la tercera y última opción es aceptar el cargo y esperar ser expulsado por la Junta por dejación de funciones.