A nivel de vivienda existen una serie de certificados obligatorios, cuya ausencia puede conllevar una serie de problemas y multas. Uno de ellos es el certificado de instalación eléctrica, también denominado boletín eléctrico o CIE.
Además de este certificado también existen otros como el certificado de eficiencia energética o el certificado de instalación de gas. La importancia de los certificados de instalaciones viene dada por el peligro de que se produzca cualquier problema en esas instalaciones como una sobrecarga eléctrica o un escape de gas.
Certificado de Instalación Eléctrica
El Certificado de Instalación Eléctrica consiste en un documento que certifica de maneraoficial el buen estado y la aptitud de la instalación eléctrica de una vivienda para poder tener suministro eléctrico.
Por otro lado, el boletín azul es el documento complementario que sirve para garantizar que la instalación cumple con los requisitos de seguridad para tener suministro y que sólo se necesita en los suministros de Cataluña.
Reglamento del Certificado de Instalación Eléctrica
Las distribuidoras y comercializadoras de electricidad empresa solicitan el boletín eléctrico (CIE) en base al Real Decreto 842/2002, que corresponde al Reglamento electrotécnico de baja tensión. Según este Reglamento, es obligación del dueño de la vivienda el mantener en buen estado las instalaciones eléctricas. Si bien es un reglamento nacional, lo cierto es que cada Comunidad Autónoma posee ciertas libertades en este sentido, como el caso del boletín azul en Cataluña.
La petición de este tipo de certificado la hace la compañía distribuidora de electricidad, por medio de la comercializadora que lleve tus facturas. Posee una vigencia máxima de 20 años, y es obligatorio en determinados casos como puede ser un cambio de titular en la electricidad, una alta de primera o segunda ocupación o una modificación en la potencia.
Según el Reglamento, este Certificado debe ser realizado por un profesional certificado, ya sea un ingeniero, arquitecto o electricista cualificado y autorizado. El poseer un certificado de un técnico no cualificado conlleva multas (tanto para el usuario como el técnico) bastante cuantiosas, puesto que pueden llegar a los 6.000 euros. Deben poseer un carnet profesional que les autorice a la realización del trabajo, así como que lo ha obtenido sobre la base de sus estudios y experiencia profesional.
Este reglamento se ajusta a regulaciones de la Unión Europea e incluye, entre otras cosas, exigencias relativas a materiales o las pautas de fabricación.
Según dicho Reglamento, este documento no es sólo necesario a nivel de vivienda, sino también para edificios, establecimientos agrícolas y hortícolas, piscinas, parques de caravanas y otros. También es necesario en obra nueva y en remodelaciones y ampliaciones.
Se establece la necesidad de hacer memorias técnicas de instalaciones eléctricas para obra nueva y que el propietario debe recibir una copia.
Este certificado no solo regula los equipos o instalaciones, sino también los materiales que se usan para ello. En este sentido se debe identificar datos como el fabricante, marca y modelo, la tensión y potencia necesaria.
Existen dos niveles de profesionalidad: el básico para tareas comunes y el de especialista para labores en instalaciones especiales.