Su trabajo es silencioso y tiene escaso reconocimiento, como el de la mayoría de los letrados que diariamente se dejan la piel por sus clientes en los tribunales de toda España.
La trascendencia de los últimos casos que han llenado las páginas de Sucesos han permitido dar visibilidad y dignificar el turno de oficio con profesionales como la abogada de José Enrique «El Chicle», María Fernanda Álvarez; el de Ana Julia (asesina de Gabriel), Esteban Hernández; o el del pederasta de Ciudad Lineal, Cristóbal Sitjar, cuyo trabajo fue elogiado por el propio Tribunal Supremo.
Fuente: ABC